Para una flor que florece y se marchita
Dicen que una imagén vale más que mil palabras, y es verdad, no se como describir lo que pasa por mi mente en este momento, no se como mostrar todos esos pedazos de hielo que caen sobre un monton de lava, ni tampoco puedo crear un retrato de lo miles de arboles que llenan las enormes montañas que llegan a tocar las nubes, donde descansan miles de personas, algunas felices y otras que no estan satisfechas, se nota que no alcanzaron a hacer lo que querian. También me doy cuenta que realmente los pajáros no pueden volar, que las alas se les cortan y lo único que pueden hacer es cantar, cantar de dolor, ese canto que al hombre tanto le gusta, ese silbido que nos apaciona. Si pudieran ver ese río transparente que cae de las montañas, y se junta con la lava, justo en el lugar donde caen los hielos, justo en el momento en que todo se congela, justo en el limbo.
Más abajo duermen entre llamas, todos aquellos que le cortaron las alas a lo pájaros, aquellos que quisieron engañarnos, aunque en este lugar todos parecen satisfechos, les gusta sudar entre tanto calor, nadie es realmente felíz.
En medio de los hielos y la lava, me encuentro yo, nos encontramos todos, observando todo, pero ciegos, sin querer darnos cuenta lo que pasa, podemos escoger, pero muchos creen en el destino, podemos cambiar, pero pocos están interesados, podemos despertar, pero nadie quiere...
Más abajo duermen entre llamas, todos aquellos que le cortaron las alas a lo pájaros, aquellos que quisieron engañarnos, aunque en este lugar todos parecen satisfechos, les gusta sudar entre tanto calor, nadie es realmente felíz.
En medio de los hielos y la lava, me encuentro yo, nos encontramos todos, observando todo, pero ciegos, sin querer darnos cuenta lo que pasa, podemos escoger, pero muchos creen en el destino, podemos cambiar, pero pocos están interesados, podemos despertar, pero nadie quiere...