sábado, septiembre 05, 2009

Cuando me hablas

Háblame, haz que me engañe,
hazme creer que está conmigo, o que ya no vive en mí,
juguemos a que te se seduzco, y tú te dejas seducir...
mírame, escúchame, miénteme.
Ríete, diviértete, entretenme.

Puedo ser quien quiera, como quiera, mientras tú respondas.
Puedo saltar el muro, o puedo atravezarlo,
puedo ser poeta, o puedo ser la letra,
puedo ser yo y contigo estoy sin ella.

Puedo ganar el juego, y perder si quiero,
pues todo lo que suceda ahora me es ajeno,
puedo sumergirme sin ahogarme, y salir a la superficie sin mojarme,
las balas me revotan y tus palabras flotan,
mientras tú me hables, soy implacable.

Puedo juntar las cenizas y que no se vuelen con la brisa,
puedo apagar el fuego sin que queden,
puedo encenderme sin quemarme,
y puedo apagarme sin olvidarme,
cuando me hablas, logro todo eso,
cuando te callas, no hay agallas.

Puedo creer y creo que soy tu anhelo,
puedo ser para todo el consuelo,
me siento protegido, engrandecido,
y soy la luz de de todo brillo,
mientras tú me hables, te puedo provocar desorden.

Mientras no me hablas, ya no puedo,
se acabó el engaño, se acabó el juego,
vuelvo a ser el mismo, no cambio...

Tengo miedo a mi soledad,
tengo miedo a volver a la realidad...
hablaré con alguien más,
hasta que un día de tanto hablar,
la ficción se convierta en lo real...